Monday, March 26, 2012

El individualismo exacerbado en la sociedad




    El individualismo, es una forma de actuar o de ser que en este momento se puede observar en todas las personas, al mirar alrededor en cada ambiente, desde la misma familia, hasta cada una de las relaciones personales se puede notar una característica común. 
En este sentido, los seres humanos se encuentran siempre en la búsqueda de su propia identidad, de algo que lo distinga, en cierta forma de los que rodean. Ahora bien,  para encontrarla, la mayoría de las personas se encierra en sí misma pensando solo en sus cosas. No se dan cuenta que para encontrarse así misma hay que verse en el otro, sin el otro nunca se puede ver o distinguir; así como tampoco se podrá dar cuenta de la falta de originalidad que tiene.
   Resulta oportuno destacar que el hombre postmoderno comienza a sumergirse en una esfera potencialmente relativista influenciado directamente por la pérdida de los modelos modernistas. Para la sociedad de esta época según Gervilla (2009), “Todo fluye y nada permanece, lo nuevo rápidamente se hace viejo” (p.18). La interfase entre modernidad y postmodernidad, se enmarca en un rechazo a los valores, creencias y comportamientos morales, combinado esto, con una incertidumbre respecto al futuro. Ahora bien, con la postmodernidad se toma conciencia de la complejidad del ser humano y de la sociedad, de que no está todo estructurado, de que no existe un punto de vista único, ni un elemento clave para comprender y explicar la realidad. De hecho, la fragmentación y el pluralismo son el destino insuperable del hombre de hoy como reacción a épocas unificadoras pasadas. Este período es por sobre todo una búsqueda, a través de la cual, el hombre intenta estructurar un nuevo orden social desligándose de los fallidos sistemas anteriores y trazando nuevos estilos y usanzas para justificar su propia presencia al interior de la comunidad. Para encontrar este equilibrio, el postmodernista decide romper con el pasado y salir al encuentro de un nuevo futuro. 
      Está claro, que la postmodernidad es la fase a un nuevo tipo de sociedad que impera en la actualidad y que consolida el individualismo exacerbado, esta persona comienza a centrar su mundo dentro de sí mismo y a encontrar las claves del nuevo rumbo al interior de sus deseos; a dedicarse a la satisfacción de sus propios placeres, a buscar cada cual a su manera, la felicidad, lo agradable, lo bello y lo placentero. Este hombre postmoderno, descubre la multiplicación de horizontes, la riqueza de lo contingente, la deshistorización de la experiencia; así pues, los gustos comienzan a diversificarse y, el mercado, a intentar satisfacer las necesidades más variadas de estos potenciales compradores. De allí que, al final del siglo XX da origen a un nuevo tipo de sociedad, que se trastoca en una cultura del hedonismo, de vivir el hoy por hoy y hacer a un lado deberes y complejos antes instaurados. 
  Los nuevos valores serán aquellos que concedan placeres inmediatos y los comportamientos estarán determinados por la accesibilidad a ellos. En este sentido, la sociedad actual se envuelve de una mansedumbre expectante y cómoda; de allí que, en las ciudades el locus posmoderno por excelencia se ha pasado de lo económico y funcional a lo cultural y estético, y todo, absolutamente todo de lo intelectual hasta lo artístico está sometido al mercado. De la fábrica se ha pasado a la tienda, del trabajo al consumo, del placer como enemigo de la laboriosidad capitalista al placer como valor y la seducción como instrumento de control e integración social.

Eybelmar Angulo R.

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