La arrogancia se presenta como uno de los
factores que influyen en la orientación vocacional en la mayoría de los jóvenes
de la sociedad actual; es por ello, que Daza (2010), manifiesta: “Es una
característica que presentan algunas personas y que refiere la altanería,
soberbia y sentimiento de superioridad que hace que el individuo que la posee
se sienta muy superior a los demás” (p.5). Está implícito en la cita, que un
estudiante arrogante es una persona con cualidades altaneras, soberbia y con un
sentimiento de superioridad para el resto del grupo y con las personas con las
cuales interactúa, el joven arrogante, su marca personal siempre tiende a
exagerar su propia importancia con respecto al mundo que lo rodea. Si bien es
cierto, los jóvenes hoy día se identifican con otros muchachos bajo esa
personalidad arrogante a través de sus palabras y comportamientos.
De allí pues que, los jóvenes arrogantes en cualquier ámbito, ya sea en una fiesta, en la escuela o en los liceos son fáciles de detectar porque son aquellos que constantemente echan por la borda las opiniones y comentarios del resto de los compañeros; por supuesto, situándose ellos por encima de los demás con sus propios comentarios.
De allí pues que, los jóvenes arrogantes en cualquier ámbito, ya sea en una fiesta, en la escuela o en los liceos son fáciles de detectar porque son aquellos que constantemente echan por la borda las opiniones y comentarios del resto de los compañeros; por supuesto, situándose ellos por encima de los demás con sus propios comentarios.
Bajo
esta perspectiva, en la sociedad postmoderna y del consumismo, el estudiante de
hoy creció con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes
al espacio, sondas espaciales que han visitado Marte, naves con energía
nuclear, autos eléctricos, de hidrógeno, computadoras con procesos de velocidad
de la luz y muchas cosas más; aunado a ello, copian patrones de conducta de los
famosos del cine, de los artistas de la televisión, el estereotipo que se vende
a través de los medios masivos se centra en personas soberbias, orgullosas,
altaneras y con sentimientos de superioridad.
Es común
ver en las películas, novelas, programas de televisión, reality show y obras de
teatro, como se presentan en sus argumentos personajes arrogantes que hacen de
las suyas, porque los mismos, por las características que ostentan son muy
ricos a la hora de tener que desarrollar cualquier tipo de trama argumental.
Obviamente, no son los buenos tipos, los héroes, sino los antagonistas, los
malvados de la historia, quienes presentan esta característica tan común de la
arrogancia y que sirve de modelo a la mayoría de los jóvenes que los copian.
En referencia, se
observa como el joven ha perdido el interés por el saber y el conocimiento que
se facilita en las instituciones educativas, el desprestigio de las instituciones
como la familia, la escuela, la iglesia y los partidos políticos está presente
en una sociedad que obedece a la postmodernidad, donde los jóvenes viven su
vida en plena libertad, sin límites y sin normas. Estos jóvenes son tan
arrogantes como los de ayer, en primer lugar, porque la arrogancia es
intrínseca a la juventud, la experiencia y el conocimiento del mundo suele
hacer a los individuos más humildes y, en segundo lugar, porque los que han
dominado el mundo de la educación han cultivado en hijos y alumnos la
despreocupación por el saber y la justificación, cuando no incluso el orgullo,
de ser ignorante.
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