La Iglesia y el Internet:

La nueva tecnología ha venido a facilitar la comunicación entre los individuos. En la actualidad uno puede ver la diferencia entre escribir una carta por correo normal o bien hacerlo por Internet. Por el primer medio, la carta tomaría días o semanas para llegar a su destino, mientras que por Internet es inmediato.
Las transacciones comerciales también pueden hacerse de esta forma. Se está haciendo común el uso de la banca electrónica. Por este medio, es posible hacer traspaso de una cuenta a otra, pagar impuestos, pagar servicios sin tener que salir de su hogar y a cualquier hora del día.

Se ha abierto la posibilidad a la iglesia para ministrar electrónica mente a quienes por motivos fuera de su voluntad no pueden asistir a un templo. La “iglesia virtual”* es una realidad. Incluso, por esos medios electrónicos se reciben las ofrendas, diezmos, peticiones de oración, testimonios etc. Todo a un “clic”, Pero su abuso representa un peligro. Que tiene existencia aparente y no real, es la virtud de crear una imagen como si fuera real.

Sin Internet quedaremos fuera del sistema. Muchas personas de la nueva generación no asistirán a la iglesia debido al tráfico y a la falta de espacio en el templo.

Pero ahora tenemos un sistema de transmisión por Internet con un fantástico programa para atraerlos, y ellos pueden quedarse en sus casas. Les digo a los jóvenes que no vengan a la iglesia, simplemente que permanezcan en sus hogares y reciban su enseñanza por medio de Internet. De esta manera hasta recibimos sus comentarios acerca de los sermones y servicios.

El internet está cambiando vertiginosamente al mundo, es una puerta que hace que el mundo llegue a casa, en forma económica y rápida. Provee información, recursos y materiales educativos que en otras generaciones hubiera sido muy difícil de obtener sin salir a largos y costosos viajes. Sin embargo actualmente existe una controversia dentro de la iglesia evangélica respecto al internet. Al igual que otros inventos, éste puede ser de beneficio, pero también puede presentar peligros para la sociedad y para el individuo que los usa.

                                                           
                                          Orlando J. Sánchez G